Seguimiento del tercer tipo: los sistemas de trazabilidad

Actualmente, la solución de trazabilidad o de rastreo permite conocer con precisión el trayecto realizado en la cadena productiva y de comercialización. La ventaja principal es asegurar la calidad de la producción, lo cual permite obtener información pormenorizada sobre la situación actual y la historia de cualquier producto fabricado, cultivado, vendido o distribuido. Además, de mantener altos estándares, imprescindibles para ingresar al mercado europeo y norteamericano, y ajustarse a las normativas de los organismos de control estatal (como el SENASA, ONCCA, INAL, entre otros). Pero, la deuda pendiente -según el sector- está, todavía, en la compleja asimilación cultural de la tecnología en los procesos de trabajo … Expofruit fue una de las empresas pioneras en el segmento de frutas. Alrededor de 1995, iniciaron un proceso de inclusión de la trazabilidad en sus diferentes órdenes de producción que aún perdura. Roberto Perg, gerente de Sistemas de la compañía, explica que “nuestra operación siempre requirió tener la información trazada desde el comienzo hasta el final de la cadena de producción y ventas. Usamos la información para operar día a día, no por razones de seguridad alimenticia sino para detectar problemas de calidad u operacionales, asociado a minimizar los tiempos y el trabajo de manera más eficiente”.

Paso a paso

Lo primero que hicieron fue generar un sistema de registro de lo que pasaba con las chacras propias de la empresa: la actividad que se realizaba, la manera en que se lograba, quién lo hacía y qué elementos se producían. Así, pudieron ordenar y constatar la liquidación de sueldos del personal, obtener información detallada y evitar dobles cargas de control.

La implementación les llevó dos semanas, pero el funcionamiento al 100% tardo casi tres años. “Hubo una fuerte resistencia cultural del personal; pero una vez que la información en el sistema se depuró, la gente empezó a usarlo. Entendió que se disminuían las horas de trabajo y que el material sirve para mejorar los procesos y las tareas cotidianas”, detalla el gerente.

Agrega, “la inversión inicial fue mínima, u$s 300, para incorporar una PC y una base de datos. Teníamos un operador que lo manejaba, junto a tres más que relevaban los datos para un reporte y un técnico. La evolución tecnológica le fue dando más fuerza y hoy alcanzamos a 25 personas que trabajan en el sistema”.

Durante la etapa siguiente, en 1998, les llevó una temporada para migrar a un sistema de servidores, junto a una base de datos de almacenamiento seguro, e incorporar tecnología para la captura de información. Además, adquirieron una ERP de gestión que les integraba el sistema de manera online. “No fue un software vertical, sino castomizado a medida sobre la base de la industria y con un soporte flexible. En lo que más nos benefició fue la reducción de los costos en Recursos Humanos. Si nosotros estuviésemos trabajando con los mismos procesos, habría el 50% más de personal y muy lejos de la calidad de información con la que contamos hoy en tiempo y forma”, analiza el gerente.

Entre 2002 y 2003, llevaron el ingreso de la información al usuario final. “A la hora de ingresar las cajas, no había información específica sobre ellas, encima, el registro de la carga en el sistema podía ser de 10 minutos hasta dos horas. Una vez que detectamos la necesidad de apuntar esos procesos se disminuyeron esos tiempos y el tener actualizado el stock al momento que ingresa”.

Para ello, incluyeron códigos de barras, impresoras térmicas y tecnología de radiofrecuencia, además, ampliaron las redes de comunicación. A partir de ahí, tuvieron una etapa de mejoramiento del procesamiento: “implementamos SAP para centralizar la información y le incluimos los sistemas de etiquetado de cajas”.

Con nombre propio

Otra empresa que aplico ésta solución fue el Establecimiento Las Marías, “originalmente los datos eran llevados en papel y distintos tipos de planillas. En la década del `90, desarrollamos un sistema para gestionar las materias primas y vincularlos con los productos terminados. La necesidad era vincular de manera unívoca a un producto con toda la cadena de procesos y cada uno de sus componentes”, recuerda Walter Martínez, jefe de Control de Calidad de la compañía yerbatera.

Actualmente, Las Marías cuentan con distintos sistemas de trazabilidad coexistiendo, bajo softwares desarrollados en ELM con soporte propio, desarrollado internamente y otros adquiridos a terceros que se ajustaron a sus requerimientos. Martínez aclara: “Para el control de productos orgánicos, la trazabilidad es total. Al partir del código inscripto en el envase se conoce la historia completa del producto. Esta trazabilidad no lo tenemos en todos, ya que no es necesaria tanta exactitud como lo requieren las normas orgánicas”.

Todavía se encuentran en evolución, de hecho en los próximos meses incorporarán una aplicación que les dará más dinamismo en el procesamiento de datos del sistema de catación. “Los beneficios son muchísimos, contar con información precisa del producto es saber al final de la cadena exactamente cómo se procedió y nos da la seguridad de toda la información brindada a nuestros certificadores y clientes”, sintetiza.

Sin lápiz y papel, pero con PC

Por su parte, Bodegas Norton reemplazó en 2002 el soporte que tenía por una ERP integral que contaba con la aplicación de trazabilidad que soportara el crecimiento que tenían y les brindara la posibilidad de salir al mercado de manera más competitiva. Ricardo Muller, responsable de Sistemas de la Bodega, puntualiza que “la ERP no tardó más de seis meses en ser implementada y se la eligió para unificar la gestión desde la finca, la bodega, el fraccionamiento, hasta la administración. Para ello, invertimos en un servidor porque para el requerimiento que teníamos era suficiente para ese momento. Pero la adaptación del personal se llevó la mayor parte del tiempo”.

Durante esa etapa, basaron la trazabilidad hacia el sector físico de elaboración y recién en 2003, añadieron los costos. “Para ello, nos sirvió que los sectores que lo utilizaban nos orientaran a mejorar sus problemáticas diarias. Siempre que surge una tecnología innovadora la proponemos nosotros, pero el motor de los desarrollos son los usuarios. Un ejemplo, fue que no había presupuesto en tecnología, hoy contamos con $ 650.000 anuales para inversiones y un millón de pesos para gastos operativos del área de sistemas. Con lo cual, esto nos derivó en un crecimiento de más del 1.000%”, enfatiza el especialista.

“Otro, fue la cantidad de puestos de trabajo, teníamos entre 15 y 20. Con los años, la empresa prosperó y con ella la información que trazábamos. Tuvimos que incorporar paulatinamente PCs en la bodega, hasta tener hoy 150 puestos y alrededor de 60 usuarios móviles para la fuerza de ventas, quienes realizan la carga de pedidos on line. Esto nos demandó una inversión de más de 2 millones de pesos, entre hardware y software, y $ 6.000 en el mantenimiento del sistema”, agrega el vitivinícola.

Otra de las industrias que suman la trazabilidad, para mejorar su performance corporativa y certificar las normas de gestión de calidad ISO 9000:1, es la de logística. GEFCO es una de ellas. Sebastián Dinari, encargado del area IT, relata que “en 1999, arrancamos con trazabilidad on line para mapear los procesos de punta a punta de cualquier tipo de mercadería, tales como facturación y retornos. Los primeros dos años, montamos un web site con información interna de la compañía para, luego, pasar a los pasos externos de distribución y despacho. Además, de anticipar los procesos internos como recepción del pedido, armado de hojas de ruta, precisión en el tiempo de entrega, entre otros”.

En 2005, hicieron el tercer salto de implementación: brindar mayor visualización de los datos por Internet y maximizar su seguridad. Incluso, modificaron el concepto de que el cliente busque la información por enviarle un mail o un mensaje de texto automático con la notificación de las novedades en los proceso. Según cuentan, invirtieron $80.000 en la puesta en marcha el sitio web para compartir la información con los clientes y alrededor de $ 50.000 en equipamiento y servidores.

Enviar fácil y rápido

“La idea surgió para tener un orden interno y previsión en las entregas, de esta manera, poder mejorar los incumplimientos que podían originarse. Incluso, lograr un entendimiento y un reflejo de nuestro trabajo, donde generar alertas para realizar ajustes y tomar acciones concretas de cambio; como así también, poder medir los estándares de productividad de la empresa”, complementa Dinari.

Hace más de 10 años, OCA incluyó trazabilidad en el servicio postal, donde les llevó seis meses ponerlo en marcha. Gabriel Beltramino, CIO de la compañía, señala a IT Business que “luego, se modificaron las aplicaciones que soporta cada servicio de la pieza postal, para que no solo cubriera lo requerido por el cliente sino, también, en plantas, sucursales, distribución, entre otras áreas; hasta brindar hoy servicios con trazabilidad on line”. En cuanto a las cifras, admite: “Cuantificar los costos para implementar el valor agregado es casi imposible, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y la cantidad de cambios tecnológicos introducidos”.

Productos y servicios

Durante septiembre se realizó Tecnofidta, donde se mostró el funcionamiento de los sistemas de trazabilidad en cadenas agroalimentarias. Allí, Gustavo Viceconti, CEO y presidente de Neuralsoft, aclaró que los rubros que más utilizan esta plataforma son: “la industria alimenticia, médica -principalmente, laboratorios-, metal -mecánica, automotrices, entre otras. Sin embargo, la mayoría de las industrias exportadoras la introducen, porque necesitan ordenar su gestión para saber qué está pasando sobre todo en el área de control de producción y almacenes”.

Otra empresa que participó fue la rosarina Mobersa, donde mostró el desarrollo de trazabilidad y producción para la Industria frigorífica. Hugo Moreno, socio gerente, comentó que “el precio promedio de la solución para el segmento cárnico es de u$s 1.900 (más el 10,5% del IVA) y no tiene costo de mantenimiento hasta después de los seis primeros meses, que se ajustará a la envergadura de cada empresa”.

Por su parte, Jorge Catino, consultor de Grupo Hasar, amplía: “los tiempos de implementación dependen no sólo de las características del procesamiento de la planta sino también del personal que operará el sistema. En cuanto a costos, varían según las funcionalidades a aplicar, desde u$s 2.000 hasta u$s 100.000. Hay que sumarle, el costo de mantenimiento que puede ir desde u$s 600 a u$s 5.000 por mes”.

Pero la trazabilidad no se queda sólo con sistemas embebidos, sino que, con la introducción de la virtualización de los servidores, se puede terciarizar todo el sistema de manera on demand. Denise Chiessa, consultora de Virtual Company Services, explica la propuesta: “En forma virtual le permite al cliente no tenerl que preocuparse de tener infraestructura tecnológica de servidores, incluso un lugar específico para ellos, como tampoco preocuparse por el mantenimiento, ya que con una plataforma on demand todo se aloja en Internet por un website y las actualizaciones se realizan de manera automática. Lo que sí tendrá que ajustar son las interfaces para que se conecten con este sistema”.

Por su parte, Jorge Cantino agrega: “Sin duda, la incorporación de herramientas tecnológicas es una necesidad, pero la aplicación está determinada por la exigencia de información por parte de los compradores más que por el valor agregado que genera. El paso siguiente está orientado a elementos de identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) que con una fuerte reducción de costos revolucionará la manera de controlar los registros”.

Virtualización

Perg resume: “La trazabilidad es un concepto, una modalidad de trabajo, una práctica diaria. Uno puede contratar a una empresa para que le resuelva un problema puntual, pero si no tiene el concepto arraigado en todos sus funcionarios es muy difícil que sea exitoso”. Walter Martínez, de Las Marías, agrega: “la tendencia es ir más allá del propio sistema de calidad del producto. Es decir, no sólo poseer un software para rastrear materias primas e insumos, también para constatar la calidad total con la que se elaboró.” Y concluye: “Obviamente, debemos involucrar a las personas que lo elaboran”.

Fuente: El Cronista Natalia Lesyk